¿ESENCIAS?: Las palabras se van sucediendo una tras otra mientras lees; las frases forman imágenes en tu cerebro y, de repente, descubres aquéllas que te transmiten algo más que significado: sensaciones y emociones, abstraen tu mente de la realidad y se convierten para ti en una esencia. Breve, condensada y perceptible a través de tus sentidos.

¿FRAGMENTOS?:
Mientras relees esas últimas frases buscas un lápiz y marcas sobre el libro esas palabras. O las anotas sobre un trozo de papel. O, sin saber que luego no recordarás qué significa ese gesto, doblas un extremo de la hoja tratando de retener en la memoria ese fragmento.

sábado, 22 de septiembre de 2012

"...Sin embargo, las historias eran diferentes: cobraban vida al contarlas. Sin una voz humana que las leyera en voz alta o un par de ojos bien abiertos que las siguieran a la luz de una linterna bajo la manta, no tenían una existencia real en nuestro mundo. Eran como semillas en el pico de un pájaro, esperando caer en la tierra, o como las notas de una canción escrita en una partitura, deseando q...
ue un instrumento las conviertiese en música. Yacían dormidas, a la espera de una oportunidad para despertarse. Cuando una persona empezaba a leerlas, podían empezar a cambiar, podían echar raíces en la imaginación y transformar al lector. La madre de David le susurraba al oído que las historias querían que alguien las leyese, que lo necesitaban, porque era lo que las hacía salir de su mundo para entrar en el nuestro: querían que les diésemos vida."
EL LIBRO DE LAS COSAS PERDIDAS, de John Conolly

No hay comentarios:

Publicar un comentario